jueves, 24 de enero de 2013


no hay arma más letal que una llave
ni ejército más cruel y despiadado
que el de los que abren y cierran las puertas de este mundo

no hay rincón más oscuro ni más putrefacto
que un bolsillo ensangrentado
por el roce de una llave

nada supera en obscenidad
al gesto señorial de envainar y desenvainar el bronce
cada vez que en la aldea
hay rumores de saqueo y destrucción 

la llave denota posesión y la posesión, violencia
un llavero no es otra cosa que un trofeo
de guerra en tiempos de paz
(cuanto más pequeño y austero es el símbolo
más grande es el poder que representa,
mayor su capacidad aniquiladora)

cambiaste la empalizada por una puerta
y rellenaste el foso de los cocodrilos
con escombro y tierra, le franqueaste el acceso
al enemigo, lo dejaste acercarse a tu fortaleza,
eso también es poder

pero por más que pulas las formas
y cuelgues el estandarte en la pared, y lo llames tapiz,
tu inconciente sigue siendo medieval

y cada vez que abras o cierres
esa puerta
estarás conquistando
tu reino con sangre humana


3 comentarios:

  1. qué bueno leerte dep de tanto tiempo

    está genial este

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  2. gracias, ezequiel, paré de escribir pero no de leerte

    abrazo

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  3. Me hizo recordar las llaves de sus casas, que los palestinos expulsados de su tierra aún conservan.

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