jueves, 2 de junio de 2011
Desprenderse
Despunta el otoño
y el árbol de mi casa
ya se quedó pelado.
Es algo momentáneo,
los ciclos de la naturaleza,
pero él lo vive como una desgracia.
Es que el ficus del vecino
lo tiene de hijo.
Subo a la terraza
para acariciarle las ramas más altas.
“No hagas caso”, le digo.
“¿No ves que el tupido ese
nunca supo lo que se siente
desprenderse de lo que sobra?”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
uy Pablo...
ResponderEliminarque terrible poema!
yo lo re entiendo a tu arbol....
ResponderEliminarlos arboles perennes me generan un toque de envidia, debo reconocer
Desistí de decir "no hagas caso", cuando me lo dicen surte efecto paradojal. Ficus: ni árbol sos!
ResponderEliminarOlá passando em seu blog e aproveito para divulgar o meu que se chama Folhetim Cultural. Todos os dias da semana noticiário cultural e nos sábados.
ResponderEliminar7 da manhã: No café da manhã com poesia
9 da manhã: Palpiteca
11 da manhã: Devaneios do Ranzinza por Roberto Prado
15 horas: Charge de alexandre Costa
17 horas: Chá das 5
19 horas: Charge de Fernando Ferrari
21 horas: A crônica nossa de cada dia por Fernando Ferrari
endereço: informativofolhetimcultural.blogspot.com
Conto com sua visita! Até lá
"comerse" un par de sapos tiene que ver con "bancarselos" o con "encamarse con ellos"? ^^
ResponderEliminarDesnudarse para encontrar hojas mas vivas...
ResponderEliminarSuave como el viento...
besos
Mery.
la natura es lo más
ResponderEliminarHace poco atravesé una etapa como la del árbol de tu casa. Sí, liberarse de las cosas es liberador (va con redundancia y todo). Abrazoss, genio, te leo (soy los desvarios, no me deja comentar con la cuenta, ni idea ¿?)
ResponderEliminarYe vendrán más y mejores hojas. Sin embargo es un poco triste separarse de tantas compañeras a la vez :(
ResponderEliminar!!!
ResponderEliminar!!
ResponderEliminar