jueves, 2 de junio de 2011

Desprenderse



Despunta el otoño
y el árbol de mi casa
ya se quedó pelado.

Es algo momentáneo,
los ciclos de la naturaleza,
pero él lo vive como una desgracia.
Es que el ficus del vecino
lo tiene de hijo.

Subo a la terraza
para acariciarle las ramas más altas.

“No hagas caso”, le digo.
“¿No ves que el tupido ese
nunca supo lo que se siente

desprenderse de lo que sobra?”

11 comentarios:

  1. yo lo re entiendo a tu arbol....
    los arboles perennes me generan un toque de envidia, debo reconocer

    ResponderEliminar
  2. Desistí de decir "no hagas caso", cuando me lo dicen surte efecto paradojal. Ficus: ni árbol sos!

    ResponderEliminar
  3. Olá passando em seu blog e aproveito para divulgar o meu que se chama Folhetim Cultural. Todos os dias da semana noticiário cultural e nos sábados.
    7 da manhã: No café da manhã com poesia
    9 da manhã: Palpiteca
    11 da manhã: Devaneios do Ranzinza por Roberto Prado
    15 horas: Charge de alexandre Costa
    17 horas: Chá das 5
    19 horas: Charge de Fernando Ferrari
    21 horas: A crônica nossa de cada dia por Fernando Ferrari

    endereço: informativofolhetimcultural.blogspot.com

    Conto com sua visita! Até lá

    ResponderEliminar
  4. "comerse" un par de sapos tiene que ver con "bancarselos" o con "encamarse con ellos"? ^^

    ResponderEliminar
  5. Desnudarse para encontrar hojas mas vivas...

    Suave como el viento...
    besos
    Mery.

    ResponderEliminar
  6. Hace poco atravesé una etapa como la del árbol de tu casa. Sí, liberarse de las cosas es liberador (va con redundancia y todo). Abrazoss, genio, te leo (soy los desvarios, no me deja comentar con la cuenta, ni idea ¿?)

    ResponderEliminar
  7. Ye vendrán más y mejores hojas. Sin embargo es un poco triste separarse de tantas compañeras a la vez :(

    ResponderEliminar