sábado niña buena amanecer
lloviendo o llorándose todo
reverso del sueño en flor
alguacil prendedor en la solapa
diadema del día corazón
no hay árbol que no entre
en el deseo
anoche todo era misterio
hoy es todo anhelo
por los resquicios de la persiana
pasa un mosquito con su violín
sobrevuela mi oreja
zumbando dice sí
Nunca había notado la semejanza entre amanecer y amenazar...
ResponderEliminarClaro que, desde ese parecido insólito, se me disparan muchas ideas.
Saludos.
Gracias por dejarme descubrirle.
ResponderEliminarNo hay árbol que no entre en el deseo, ni violín que suene sin acariciar.
ResponderEliminarMe encantó tu sábado. Curiosamente me recuerda al mío con ese sabor de anhelo. Tus versos tocan y se quedan. Muy lindos.
Un abrazo.
Cómo flasheo con tus entradas.
ResponderEliminarVuelvo después.
biutiful. como siempre. y no deja de maravillarme!
ResponderEliminaruuffff... bellisimo...
ResponderEliminarno hay árbol que no entre en el deseo...
ResponderEliminarmuy buena imagen .
Un saludo desde España ;)
el sábado me pasó todo esto.
ResponderEliminarsalvo lo del mosquito, pero algún otro bicho me picó.
me gusta la confusa imagen de "sábado niña buena amanecer", hay quietud en esos amaneceres. Son niñas buenas, mientras que hay jueves matones sórdidos noche. Y hay que lidiar con todos los días.
ResponderEliminarCurioso poema. Me gustó. Me quedo con los versos que dicen "anoche todo era misterio
ResponderEliminarhoy es todo anhelo".
Saludos :)
Hace un año que no entraba a este blog (?!?!)
ResponderEliminarLo del mosquito la rompe. Sábado a la mañana, todo fiaca, todo paz, y el mosquito ahí, zumbándote al oído, diciéndote sí. Y con un violín.
ResponderEliminarGenial!
ResponderEliminarMe ha encantado!
Un gusto Pablo, un gusto!
(te invito a pasar, si queres, por mi humildisimo)
Facu.
los ojos del sabado entran en la lluvia
ResponderEliminary no paran las lágrimas